Publicado en el Semanario Punto. Toluca, México.
02 de febrero, 2010
Esta semana, revisando las noticias, me encuentro con una sorpresa que se venia gestando desde hace algún tiempo, y que honestamente non pensé que llegara a convertirse en realidad.
Se trata de una auténtica aberración, sinceramente. O mejor dicho, se trata de la prueba tangible de que en política no hay nada escrito y de que para alcanzar el poder no hay límites, especialmente porque los principios, kos ideales y las convicciones pueden resultar inútiles y hasta estorbosos.
La verdad es que cuando me enteré de lo que ocurre en el estado de Durango, comprendí que el maquiavélico principio de “el fin justifica los medios” no puede ser más atinado.
Vayamos por partes. La noticia a la que me refiero es la candidatura del expriísta duranguense José Aispuro a la gubernatura de Durango, como abanderado de una alianza entre los partidos Acción Nacional y de la Revolución democrática.
Como experimento electoral (¿o debería decirse “electorero”?) hasta se antoja interesante. Digamos que es una estrategia de “todos unidos contra el PRI”, que para obtener una gubernatura podría funcionar.
Pero analizando las cosas con calma y sin pretender rasgarme las vestiduras, hay que pensar que el ser “anti priísta” debe ser parte de los principios de albiazules y amarillos, pero ¡por separado!
De otra manera, no se concibe una alianza entre los panistas que buscan “una patria ordenada y generosa” y los perredistas que aspiran a la “democracia ya, patria para todos”.
El PAN, que oficialmente se define como un partido “centro humanista” pero del cual son conocidas sus tendencias netamente de derecha, nada tendría que ver con los ideales de izquierda enarbolados por el PRD.
Lo que queda claro es que ambas instituciones políticas se encuentran unidas contra el autoritario PRI, el partido que durante 70 años ejerció en México el poder público y que después de las últimas elecciones presidenciales parece tomar un segundo aire, aprovechando por una parte los errores de sus oponentes y por otra la presencia entre sus filas de algunos precandidatos presidenciales que podrían ganarse la simpatía de los electores para las elecciones del 2012.
Que el PRI se está reponiendo, no es una novedad. Como tampoco lo es que su renacimiento tiene su origen en las equivocaciones de los adversarios.
La fallida guerra contra el narcotráfico iniciada por el presidente Calderón ha causado que muchos ciudadanos vuelvan la vista hacia la seguridad que les podrían inspirar el partidazo y su experiencia. Es sin duda un buen momento para que los tricolores enarbolen de nuevo la bandera de la paz social que más de una vez les sirvió para ganarse el llamado voto del miedo.
Y por otra parte, los perredistas se muestran como una fuerza política desorganizada que por un lado, tiene la incómoda y bizarra figura de Andrés Manuel López Obrador y sus sueños guajiros de ser presidente, y por otro cuenta con las acciones casi temerarias de un gobierno del Distrito Federal demasiado progresista para una sociedad mexicana que todavía no está lista para afrontar las medidas gubernamentales que tienen que ver con la moral pública, como la legalización del aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Errores del PAN y del PRD que el PRI está capitalizando, ganando elecciones por todas partes. Y no porque el PRI haya cambiado, pues como dicen los italianos “el lobo pierde el pelo, pero no el vicio”, sino porque los mexicanos a veces razonamos bajo el principio que “más vale malo por conocido que bueno por conocer”.
Pero francamente, bajo ninguna circunstancia me parece inteligente pensar que la alianza entre panistas y perredistas sea adecuada, coherente, lógica, normal o por lo menos decente.
No tiene otra razón de ser que la de acabar con el enemigo y aferrarse a un triunfo electoral que a fin de cuentas, en caso de producirse, terminaría por degenerar en un pleitazo por los huesos en el gabinete duranguense.
Porque así son nuestros políticos. Los nuestros y los de todas partes. Digamos que si leemos los principios que rigen a cada uno de los partidos políticos nos daremos cuenta que todos persiguen el bien común. De eso no hay que dudar. De lo que hay que dudar es del estilo en que cada uno concibe el bienestar.
Porque hasta ahora, panistas, perredistas y priístas han mantenido en todos los rincones de México donde les ha sido concedido gobernar las mismas tristes circunstancias.
La realidad del país no ha cambiado y la corrupción y el desorden son los verdaderos gobernantes. Sin importar colores, banderas o ideales políticos. No ha habido una verdadera alternancia, no se ha verificado ese cambio tantas veces prometido. Seguimos siendo pobres, ignorantes. Nos sigue faltando la esperanza y no encontramos la manera para crecer de verdad, por la sencilla razón que tenemos un Estado que no sabe cómo dirigir los destinos de la nación.
Ni azules, ni amarillos ni tricolores nos han dado progreso, orden, paz o bienestar.
Y si para colmo nuestros brillantes políticos ahora deciden unir sus fuerzas con el solo objetivo de obtener el poder... ¡Estamos hundidos, mexicanos!
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Hola:
ResponderBorrarNo se si conoces el resto de la historia; Guerrero, Puebla, Hidalgo y Oaxaca al menos, estan en las mismas. En todos estos estados se está tratando de derrotar al PRI con alianzas "contra natura" como dice el senador priista Beltroles.
No creo que esto tenga logica política, pero si tiene logica de guerra: enemigo de mi enemigo es mi amigo.
Pero hablando en serio, considerando la historia reciente y viendo la realidad friamente como si fuera historia del siglo XXI antes de Cristo...
¿No seria mejor que regresara el PRI a todos los niveles de gobierno?
Yo no olvido ni Tlatelolco ni Corpus Cristi ni la guerra sucia, no olvido los 400 lideres peredistas que mato Salinas, no olvido el corporativismo del PRI...
Pero las reglas eran claras:
El presidente decia cual era su sucesor y punto.
Ahora Calderon dice que gano. Segun mis libros de estadistica, se necesita un universo paralelo para que los resultados del IFE sean coherentes.
HUBO UN FRAUDE ELECTORAL.
El PRI era más o menos honesto; hagamos como que votamos y nadie toma en serio el resultado.
Creo que estas alianzas entre PAN y PRD se deben a la necedad panista de mantenerse en el poder "ahigasido como ahigasido" y a la poca visión del PRD de no entender que la manera más facil de vencer hasta dejar al PAN en ridiculo es considerar a la población que estaba a favor del PRI o del PAN y señalar los miles de errores del actual gobierno.
El PRI no es el partido que México necesita para progresar, pero tuvieron la disiplina de cuadrar filas al rededor de los lideres. Cuando perdieron la presidencia, fueron los gobernadores los que marcaron rumbo. Ni el PRD ni el PAN han mostrado esa disiplina.
No creo que esto se pueda entender como quien es el mejor para gobernar, se trata de quien es el mejor para ganar. Y de los tres partidos, el PRI es el unico que ha sabido convencer a los otros dos de que se maten entre ellos.
Esto no es politica, es guerra.
P.D.
Considera además, que México es el único país del mundo que tiene tres presidentes:
El espurio: Calderón
El legitimo: Lopez Obrador
El verdadero: Barak Obama o su sucesor en la Casa Blanca
Aparte de divertirme muchisimo con tu comentario, debo decirte que estoy 100% de acuerdo con lo que has escrito. Lo unico malo es pensar que a la silla presidencial pueda llegar Enrique Pena. Pero de los males, el menor, como dicen por ahi.
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