Publicado en el Semanario Punto. Toluca, México.
23 de febrero, 2010
Esta semana, señoras y señores, mis comentarios van dedicados a quienes, en una especie de fiebre patriotera se han dado a la tarea de linchar mediáticamente al entrenador de la selección mexicana de futbol, Javier Aguirre, mejor conocido como El Vasco.
Para empezar, no deja de sorprenderme cómo las declaraciones de un deportista son tomadas tan en serio y calan tan hondo en la conciencia nacional.
En una entrevista concedida a la cadena SER, de España, el entrenador mexicano afirmó que uno de los motivos por los que una vez concluído el mundial de Sudafrica ha decidido no continuar trabajando en México es que ha observado que en en el país hay niveles de violencia muy altos.
Lo cito textual: “(la violencia) ha permeado la sociedad, es indudable. Recuerdo hace 20 ó 25 años cuando yo todavía jugaba futbol, el narco ya estaba activo, pero ajustaban sus cuentas entre ellos, hoy sí no puedes andar en la calle tranquilamente porque de repente hay líos y te pilla en medio. Yo desde luego soy gente conocida, respetada, pero uno nunca sabe".
El Vasco se despachó con la cuchara grande y en una charla más digna de un café entre cuates que de una entrevista concedida al representante de un medio de comunicación, confesó sus temores acerca de la inseguridad que se vive en México. "Como lo de (Fernando) Cáceres -futbolista que recibió un balazo- y “joder, lo de (Salvador) Cabañas, -estrella paraguaya del club América, que también fue baleado- que es gente conocida y querida... pero siempre hay estos inadaptados, desquiciados.
Y de nuevo, el entrenador pecó de sincero: “yo, desde luego, tomo mis precauciones: mis hijos mayores viven en Madrid y yo me fui con mi mujer y con el pequeño, y llevamos ya casi un año. Esperaremos hasta el Mundial y luego me vendré para Europa para ver qué hay"
La verdad es que lo dicho por el entrenador mexicano no tiene absolutamente nada de equivocado. Ha dicho una verdad. Amarga. Pero es verdad.
Basta decir que por ejemplo, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, que pertenece a la Coparmex, en un estudio referente a las cifras de inseguridad en México señala que “en México se han iniciado los cierres de empresas o la cancelación de inversiones por la inseguridad, generándose importantes costos sociales implícitos para nuestro país... es necesario que la autoridad redoble esfuerzos para proteger la integridad física de las personas y la propiedad de sus bienes, no sólo porque son derechos inalienables de los ciudadanos, sino también para alcanzar los beneficios sociales de un ambiente de seguridad que permita la realización de un mayor desarrollo económico y social.”
El estudio advierte que “la criminalidad en México ha presentado un crecimiento importante durante los últimos años. El aumento de la delincuencia en el país ha sido de tal magnitud, que ha ocasionado un fuerte sentimiento de inseguridad entre la población, particularmente en la del Distrito Federal y en la de ciudades fronterizas como Ciudad Juárez y Tijuana.”
Estas conclusiones no vienen de la boca de un deportista. No tienen que ver con la pasión futbolera. Son verdades que están al alcance de quien trata de observar la realidad mexicana con ojos críticos y sin detenerse a pensar lo que se puede o no decir para no herir las patrióticas (¿o institucionales?) susceptibilidades.
Por otra parte, he encontrado en la internet que durante el año 2007 se denunciaron 1 millón 578 mil 680 delitos, pero con base en la información de las Encuestas Nacionales sobre Inseguridad —ENSI—, se estima que se cometieron cerca de 13 millones 200 mil delitos (reconociendo que se registran tan sólo 12 por cada 100 delitos que se cometen).
De éstos, se calcula que el 0.05% son secuestros, tanto tradicionales como exprés, es decir 6,500 durante 2007 (denunciados y no denunciados ante las autoridades), lo que equivaldría a poco más de 17 secuestros al día en el país.
Y hablo solamente del año 2007, porque estoy simplemente retomando los datos del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (ICESI) en un informe que se publicó en agosto de 2008.
Un artículo publicado este mes por el mismo ICESI, firmado por el investigador Mario Arroyo, afirma que “en los últimos años ha quedado demostrado que la alternancia en el poder no es una variable que beneficie la provisión del servicio de seguridad pública. La desidia, improvisación y falta de visión de Estado de la clase política mexicana ha convertido a la seguridad pública, en lugar de una técnica de gobierno para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, en una suerte de populismo: gastar dinero de forma irracional con el propósito de adquirir legitimidad, trabajar más en el imaginario colectivo que en resolver los problemas que la inseguridad genera. Buscar votos y no detener delincuentes ha sido el objetivo último de las acciones en ese rubro”.
Arroyo, quien es investigador asociado a la Cátedra de Inteligencia Estratégica de la EGAP del ITESM afirma que “hoy la mentira se ha develado, la farsa ha caído por el peso de la realidad... no habrá estrategia de comunicación que pueda ya ocultar la realidad”.
Y como Miguel Arroyo no es el entrenador de los guerreros verdes, no tendrá que disculparse públicamente ni tampoco tratarán de lincharlo en los periódicos nacionales.
Hoy dedico estas líneas a los patrioteros que quieren tapar el sol con un dedo. A quienes piensan que decir que en México resulta cada vez más difícil vivir serenamente es demostrar el más puro malinchismo.
Con todo el amor que la patria puede despertar en una mexicana que vive a miles de kilómetros de distancia, es necesario decir que no es posible negar las evidencias. La inseguridad es un problema real, de todos, que se manifiesta diariamente y que no puede seguir ocultándose.
Así que me uno al Vasco y a los mexicanos que sabemos que la situación está yendo de mal en peor y solamente espero que en lugar de lincharnos, haya quien tenga la claridad y sobre todo, la capacidad de acción suficiente para proponer soluciones viables y contribuir a llevarlas a la práctica.
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"Calladito te vez más bonito"
ResponderBorrarEse es un dicho que por no seguir, he tenido problemas y me he ganado enemigos que podría evitarme.
Pero si yo firmara un contrato por 4 millones de dolares anuales (sueldo de Aguirre), podria pensar en no abrir la boca tan facilmente.
Para mí el problema no es que Aguirre diga la verdad, se trata de que no es uno de los entrenadores mejor pagados en el proximo mundial para que hable de política y seguridad nacional.
Que estamos jodidos, es cierto. Que el hombre debe de cuidar su lengua aunque sea para conservar el empleo, tambien es cierto.
¿Cual es el problema de Aguirre?
Nadie contrata a un payaso para la fiesta de su hijo esperando que llegue a decirte que vives en una pociga.
Aunque efectivamente vivas en una pociga, se espera que el payaso se enfoque en hacer su trabajo: entretener a la familia.
Solo por no tener la boca cerrada, yo despediría a Aguirre.
Solo por no recordar que un sueldo de $142,465 diarios implica un comportamiento discreto cuando termina su espectaculo.
Nota:
$4,000,000 de dolares en 1 año son $142,465 diarios con un tipo de cambio de 13 pesos por dolar. 361 veces el salario de un profesionista.
No, con la pena, ahora sí no estoy de acuerdo contigo, mi estimado.
ResponderBorrarAguirre como cualquier mexicano tiene todo el derecho de decir lo que piensa. No lo contrataron para quedarse callado, sino para entrenar a un equipo de futbol.
No está ciego y observa lo que ocurre. Su trabajo podrá ser entretener a los mexicanos como dices, pero él también es mexicano y si le preguntan, pues responde y ya.
Es la ley del mercado. Si el mundo del futbol les permite ganar la millonada, ni siquiera es culpa de ellos. Es el mismo sistema que se los permite. Y es complejo analizarlo. Es la vieja historia de que "al pueblo pan y circo".
De verdad, no le veo nada de malo a que Aguirre haya dicho lo que todos sabemos, especialmente cuando estamos fuera y nos damos cuenta de que en serio, nuestro amado país está "jodido".
Aunque te paguen cuatro millones de dólares, ¡no te puedes quedar callado! Y francamente si vives en una pocilga y tienes tanto dinerito para contratar a un payaso para tu fiesta, algo en tí no está funcionando del todo bien, porque en lugar de ocuparte de la diversión podrías pensar primero en vivir como se debe, ¿no?
Un saludo.
De acuerdo, si contrato a un payaso cuando vivo en una pociga, algo no está bien en mí, estoy "desvariando". Pero, porque no estoy bien, porque estoy "desvariando", espero que el payaso se guarde su opinión. Y no se trata de que tenga tanto dinerito, los compradores aspiracionales son un problema mundial, no solo de México. Gente que gasta el 50% de sus ingresos en entretenimiento y mal come son muchos. Estan "desvariando", estoy de acuerdo, pero son mayoría.
ResponderBorrarEl problema es que el pais espera algo de él. Que los entretenga y haga que se olviden de sus miserias, no que se las recuerde ejerciendo su derecho a la libre expresión.
Todos tenemos derechos, estoy de acuerdo. Pero hacer uso de ellos esperando que algunos miles de "desvariantes" realicen un analisis objetivo de sus declaraciones es bastante iluso. A Hugo Sanchez lo corrieron por menos.
No se trata de que él tenga derechos (que los tiene y los usa), se trata de que fue contratado para entretener, literalmente para distraer de la realidad. Sus declaraciones estan directamente en contra del objetivo que buscan quienes fijaron su salario, tanto de los directivos como de los aficionados.
En un pais de gente pensante sus declaraciones serían aplaudidas, él seria elogiado por tener el valor de poner el dedo en la llaga.
¿Un pais de gente pensante dejaria de trabajar por ver un partido de futbol? México sí.
¿Un pais de gente pensante aceptaria pagar el salario de Aguirre sin exigir un campeonato mundial a cambio? México sí.
¿Un pais de gente pensante tendría 60 millones de muertos de hambre? México sí.
Si Aguirre queria decir lo que piensa sin que lo atacaran, debio entrenar al equipo de un pais educado, a ver de que planeta saca semejante pais.
El sabia a quienes entretendría cuando firmo el contrato, por eso estan fuera de lugar sus declaraciones. Y en medio de una crisis económica mundial, podría cuidar más su empleo.
El respeto a la libertad de expresión de Aguirre y la verdad que encierran sus palabras no son argumentos en un pais de "desvariantes" que le pagan para olvidar su miseria.
Y yo lamento que México sea semejante pais de "desvariantes", pero no he encontrado que hacer para cambiarlo.
Me queda una duda: ¿por qué nosotros haciendo uso de un medio de comunicación podemos decir que México es un país con 60 millones de muertos de hambre y Aguirre no?
ResponderBorrar¿La diferencia entre su derecho a expresarse y el nuestro la hace que él (afortunado) gana cuatro millones de dólares y su silencio está pagado, mientras que nosotros podemos decir lo que queramos porque no somos unos pobres millonarios como él?
No lo defiendo, simplemente le doy la razón y reitero su derecho a decir lo que quiera, no obstante el sueldo que percibe.
Los derechos humanos nunca han sido algo absolutamente respetado para nadie. En ningun lugar, para ninguna persona y en ningun tiempo.
ResponderBorrarSí, segun yo, Aguirre tiene la obligación de guardar silencio para dar espacio a la gente de ilucionarse con lo que quiera.
Tú y yo podemos decir lo que pensamos porque la ilusión de millones no depende de nosotros. Yo tambien le doy la razón, dijo la verdad y para mí se quedo corto. Pero los sueños de millones no dependen de mis declaraciones. Son las iluciones de millones las que obligan a guardar silencio, el salario es el aliciente para que él cierre la boca.
En sentido estricto, su sueldo no debe coartar su libertad de expresión, pero en el mismo sentido extricto un cantante famoso deberia poder ir a un parque sin que ordas de fans trataran de repartirselo a pedazos, un gobernante deberia poder decir lo que está mal de su pueblo y el pueblo deberia analizar que dijo y si tiene la razon tratar de cambiar, no destituirlo. En sentido estricto, una persona podria tener una relación de pareja con otra persona de su mismo sexo sin que nadie se metiera en sus vidas.
En sentido estricto ni mi sueldo, ni mis actividades deberian de restringuir ninguno de mis derechos. Pero el ultimo contrato que firme tiene una clausula de confidencialidad, en terminos legales deja claro que debo "ver, oir y callar" sobre todo lo que pasa en mi trabajo. Y yo soy parte "de la tropa" en el trabajo, de los que por su sueldo tienen la tentación de sacudir el "status cuo" para tener más ingresos, mis jefes (con sueldos mayores a $25,000 mensuales) no necesitan ninguna clausula en el contrato para mantener la boca cerrada.
Yo tambien le doy la razon a Aguirre y tambien reitero su derecho a decir lo que quiera, pero no estoy de acuerdo en que sea contratado para dar ilusiones y él haciendo uso de sus derechos le quite sus ilusiones a los millones que le pagan el sueldo.
Lamentablemente, el respeto absoluto a los derechos humanos es una utopia tan fuera de la realidad, que ni la ciencia ficcion la aborda.