sábado, 30 de enero de 2010

Haití y las buenas intenciones

Publicado en el Semanario Punto. Toluca, México.
26 de enero, 2010
Esta semana considero un deber escribir acerca de una situación dolorosa de la cual somos impotentes testigos a distancia. Se trata del terremoto que el pasado 12 de enero sacudió Haití y que solamente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe arrojó un saldo de al menos 150 mil personas fallecidas.
Los dolorosos hechos sin duda hacen reflexionar acerca de la fragilidad de los seres humanos ante la naturaleza. Pero sobre todo, es conmovedor pensar en lo terriblemente injusto que resulta ver tal devastación, tan enorme dolor en una nación que ya antes de la desgracia estaba llena de problemas, de miseria, de violencia.
Es terrible observar en la televisión las escenas de dolor y muerte. Pero es aún más desgarrador mirar cómo el pueblo afectado pelea hasta hacerse daño incluso por un saco de arroz.
El drama haitiano ha conmovido a todo el planeta. Las naciones se han movilizado para ayudar a las víctimas y sin embargo, es vergonzoso saber que precisamente a causa de la ayuda internacional y su presunta ineficacia, se ha presentado un incidente diplomático entre los gobiernos de Italia y de los Estados Unidos.
La situación que honestamente se antoja surreal, involucra al Jefe de Protección Civil italiano, Guido Bertolaso, y a la mismísima secretaria de Estado norteamericana, Hilary Clinton.
Ya es extraño que el titular del área haya decidido ir personalmente a Haití para coordinar la ayuda que proporcionan los italianos. Pero más extraño resulta saber que poco después de su llegada, concedió una entrevista a la televisión oficial italiana y afirmó a bocajarro que “hay enormes organizaciones involucradas y mucho por hacer, pero la situación es patética. Todo se habría podido administrar mucho mejor”,
La dura crítica de Bertolaso fue dirigida directamente a las autoridades estadunidenses, diciendo que “el mundo podía demostrar que las cosas se podían hacer mejor en una situación como ésta, pero hasta ahora no ha funcionado... era inevitable e indispensable una fuerte presencia del ejército norteamericano, pero los 15 mil hombres no son utilizados de la mejor manera. Las naves-hospital, los portaviones no tienen relación directa con el territorio ni con las organizaciones humanitarias que están presentes en el lugar de los hechos. Cada uno hace su parte, pero en modo independiente”.
Bertolaso no paró ahí su despiadada crítica sino que fue a cada momento de la entrevista más directo y específico: “los norteamericanos tienden a confundir la intervención militar con la situación de emergencia. Falta capacidad de coordinación, útil para no desperdiciar la ayuda que ha sido enviada. Se ha hecho un esfuerzo impresionante, encomiable, pero no hay liderazgo. Se necesita un hombre un Obama que coordine la emergencia... se viene aquí, se da un poco de comer y de beber y el problema para ellos está resuelto, pero es una contradiccion que no se sientan las bases para la vida futura”
Posiblemente Bertolaso tiene razón, si se parte de su experiencia profesional que entre otros asuntos tiene la coordinación de la ayuda proporcionada a los habitantes de la región italiana de Abruzzo, víctimas de un terremoto devastante ocurrido en abril de 2009.
El problema es que a partir de sus declaraciones, sin lugar a dudas incómodas para el gobierno de los Estados Unidos, se abrió todo un debate luego de que Hilary Clinton afirmó que “la polémica (iniciada por Bertolaso) me parece como esas que se hacen los lunes por la mañana después de los partidos de futbol del día anterior”. Esto, no sin antes señalar que “Haití no es Abruzzo”, por lo que no se puede actuar de igual manera ante el mismo evento.
Clinton se declaró “profundamente herida por aquellos que critican a los Estados Unidos, la generosidad de su pueblo y el empeño de su presidente por tratar de responder a un desastre de proporciones históricas”.
Y a fin de cuentas, esta verborrea mediática no ha servido para nada. Solamente para meter en problemas hasta al mismísimo premier Silvio Berlusconi, que ha tenido que elogiar la “generosa”intervención norteamericana en Haití, “sin la cual la situación habría sido mucho más difícil de coordinar”.
La verdad es que se gastan litros de tinta inútil y se desperdician energías que bien podrían utilizarse en ayudar de veras a los damninficados haitianos. Honestamente me quedo con la boca abierta cuando veo la indignación de la Clinton y observo fotografías y videos de los miles de habitantes del país afectado.
La desesperación, la angustia, el abandono de Haití deberían ser el único motivo que causara que la secretaria de Estado norteamericana se sintiera “profundamente herida”. Pero parece que esta parte nadie la entiende, como nadie parece comprender la necesidad urgente de ayudar a organizar la vida futura de quienes ya antes del 12 de enero vivían en el olvido y la desesperanza.
Porque hasta antes del terremoto, los haitianos ya tenían hambre, tenían sed, vivían en la miseria. Y nadie se ocupaba de ellos.
Ahora todos se esmeran tratando de demostrar la gran preocupación por los sobrevivientes. Me pregunto si Bertolaso tiene razón cuando afirma que “muy seguido, una vez que se llega al lugar del desastre, se piensa de inmediato a poner un gran cartel con el escudo de la organización, a quedar bien frente a las cámaras de televisión en vez de ponerse a trabajar para dar ayuda a quien lo necesita”
Probablemente dentro de todo el Jefe italiano de la Protección Civil tiene razón. Solamente estando en el lugar de los hechos podría saberse. Sin embargo, por el momento lo importante es no dejar Haití en el olvido, porque efectivamente, sin una adecuada coordinación de los recursos que llegan, probablemente la situación no solamente no mejorará, sino que puede empeorar y causar un desastre social y económico más grave que el que ya existía.
Lamentable es la desgracia que ha provocado la naturaleza. Pero aún más lamentable es la tragedia que el hombre mismo provoca cuando con aires de prepotencia no hace otra cosa que empeorar la situación. Ojalá que esta vez la generosidad estadunidense sea verdadera y no deje lugar a dudas ni comentarios en contra. Ojalá, en símtesis que finalmente todo gire alrededor de un solo concepto: verdadera reconstrucción.

1 comentario:

  1. Hola:

    Yo creo que Eduardo Galeano tiene razon:

    http://www.vtv.gob.ve/art%C3%ADculos/opini%C3%B3n/28683

    A los ricos europeos o gringos nunca les ha parecido muy buena la idea de que los demas pueblos sean libres.

    Dudo que los gringos salgan de Haiti cuando se termine de ayudar. Lo más probable es que para estas fechas ya tengan un acuerdo parecido al Tratado de Bucareli con México:

    http://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Bucareli

    Creo que la critica del Sr. Bertolaso es buena, no dudo en que tenga razon:

    http://www.elmundo.es/america/2010/01/18/noticias/1263803480.html

    Pero la historia de Italia muestra que no son mejores que los gringos. Lo mismo se puede decir de los franceses.

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