miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Cuál Revolución?

Publicado en el Semanario Punto. Toluca, México.
18 de noviembre, 2009

Escribo estas líneas después de leer un artículo publicado por el diario español El País, en su versión on line. Mientras buscaba material para fundamentar el tema de la semana, encontré “¿Ya acabó la Revolución Mexicana?” firmado por Sabino Bastidas Colinas.
Un trabajo digno de lectura y sobre todo, directo y sin tapujos. Las preguntas planteadas por el autor me parecen acertadas y dentro de su crueldad, son exactamente las interrogantes que personalmente he siempre planteado sobre la verdadera eficacia del movimiento hoy casi centenario.
Acerca de la Revolución, Bastidas cuestiona: ¿ …por qué sigue siendo meta, bandera y discurso de partidos y grupos políticos? ¿Por qué subsisten los partidos revolucionarios? ¿Por qué aparecen Ejércitos zapatistas? ¿Por qué existen movimientos revolucionarios? ¿Acabó bien la revolución? ¿Logró su cometido? ¿Lo tenía? ¿Cuál es el saldo?”
No creo que haya en todo México un político, uno solo capaz de responder directamente a tales preguntas. No pienso que un solo gobernante tenga la respuestas para tan válidas inquietudes. A decir verdad estoy convencida que solamente con leerlas más de uno se rasgará las vestiduras.
Hoy, a mis 40 años recién cumplidos, sé aunque me duela reconocerlo que la Revolución ha sido solamente un cuento narrado en los libros de historia.
Entiendo nuestra necesidad colectiva de tener historia y por lo mismo, entiendo que por años los mexicanos nos hemos creído el cuento de que el primer movimiento social del siglo XX fue nuestro y nos dio la posibilidad de una vida mejor.
Pero francamente, cuando pienso en la Revolución me imagino que conocer sus detalles es más bien como leer una novela.
Pienso en Zapata, en Madero, en Villa, y en todos y cada uno de los personajes que desde siempre las generaciones post revolucionarias nos hemos visto obligadas a venerar.
Y así, pensando en nuestros héroes y viendo el México de hoy, creo que la Revolución, después de todos estos años parece no haber servido de nada.
Porque a pesar de la lucha de todos ellos, esa lucha ejemplar que cada 20 de noviembre nos obligan a recordar, los mexicanos no tenemos una nación más justa. Y es que las diferencias sociales que la historia nos refiere existían en 1910 no parecen haber cambiado mucho.
Recordemos que después de la Independencia, durante casi un siglo, nuestro país sufrió guerras internas e invasiones extranjeras. Luego vino la Revolución. El objetivo inicial fue derrocar a un dictador, que por tres décadas dejó a nuestros ancestros en condiciones sociales insoportables.
La polarización de clases antes del movimiento armado era evidente. Se buscaba una salida y el paso a la democracia. “Sufragio efectivo, no reelección”, esa era la consigna.
El objetivo principal era acabar con un gobierno que daba todas las posibilidades y beneficios a unos cuantos que continuaban a acumular riquezas mientras la gran mayoría continuaba sumida en la miseria y en la ignorancia.
La misión original del movimiento armado fue cumplida en poco tiempo. El dictador se fue del país y sin embargo, todavía se vivió un largo período de turbulencia.
El asesinato de Francisco I. Madero, la Decena trágica, el gobierno de Victoriano Huerta, el Constitucionalismo. Todos episodios que forman parte de una lucha que terminó por carecer de una lógica, en la cual quien debía ser el único vencedor, el pueblo mexicano, fue solamente carne de cañón.
Volviendo al artículo de El País, encuentro una cita elocuente. Más que eso: lapidaria. “Dice Peter Calvert, uno de los clásicos del estudio de las revoluciones, que la diferencia entre rebelión y revolución radica en su destino. La diferencia es el triunfo. La revolución gana. La rebelión fracasa.”
Y así, Sabino Bastidas continúa con sus inquietantes preguntas. “¿Por qué hablamos de la revolución mexicana? ¿Quién ganó la revolución mexicana? ¿Los pobres? ¿Los obreros? ¿Los campesinos? ¿Por qué le seguimos llamamos revolución?”
Lo peor es pensar que esa bendita frase, “Sufragio efectivo, no reelección”, a partir de la cual inició todo y que 99 años después seguimos viendo hasta en los documentos oficiales, fue a fin de cuentas una de las grandes burlas de la vida de nuestro país.
Mentira de mentiras, porque durante 70 años en México continuamos reeligiendo un solo partido, precisamente ése que nos prometía que en algún momento la Revolución nos daría la justicia social que hasta la fecha solamente es un sueño inalcanzable.
He crecido en un México en que sus gobernantes han invocado contínuamente los principios de la Revolución como para recordarnos una lucha que si hubiera terminado realmente nos habría dado condiciones de vida mejores, oportunidades de desarrollo, paz social, equidad.
Y mientras he escuchado hablar a quienes dirigen la nación, he visto cómo sistemáticamente las condiciones de desigualdad han crecido.
A pesar de ser la economía mundial número 14, de acuerdo con el volumen del Producto Interno Bruto, en nuestro país conviven realidades tan diversas que en México hay, de acuerdo con la enciclopedia on line Wikipedia “indices de desarrollo humano que pueden ir desde aquéllos de naciones desarrolladas como Alemania hasta situaciones paragonables a las de Burundi”.
Por eso, muy a mi pesar, he dejado de creer en la existencia de la Revolución. La veo como un mito, como una leyenda contada en los libros de texto, en la que los héroes ni siquiera cumplen porque de cualquier manera son derrotados, pues su lucha nunca termina y en realidad no son capaces de alcanzar sus objetivos.
En un México que por ahora se enfrenta a serios problemas que van desde la seguridad hasta la carencia de posibilidades de desarrollo para todos, no me queda más que decir que en todo caso, la Revolución mexicana no ha sido más que un soberano fracaso, y la justificación más grande para que se formara un nuevo grupo que ha tenido y tiene en sus manos la riqueza, el futuro y el destino de millones de personas, que ya merecemos algo mejor.

Para quienes deseen leer el brillante artículo publicado por El País, me permito citar la liga correspondiente:

http://www.elpais.com/articulo/internacional/acabo/revolucion/mexicana/elpepuint/20091117elpepuint_14/Tes

3 comentarios:

  1. Hola:

    La revolucion mexicana tenia una consignia:
    "Sufragio efectivo, no reelección", y se cumplio.

    El ultimo gobernante que fue reelecto se llamo Porfirio Diaz. Despues de él, nadie, ninguna persona ha tenido la oportunidad de una releección.

    No estoy de acuerdo con el enfoque que le das a la Revolución Mexicana porque dejas entre ver que el PRI es el equivalente a Diaz. Diaz era una persona, el PRI es un grupo de personas, no es lo mismo.

    Sin dejar de criticar la partidocracia del PRI, recordemos que grupos que se eternizan en el poder existen en todo el planeta. Familias como los Kenedy en USA o la familia real en España pueden ser ejemplos.

    Que no tenemos igualdad y que la repartición de la riqueza deja mucho que desear en Mexico es cierto. Pero eso nunca se peleo en la Revolución, eran caudillos y sus seguidores y la figura del caudillo era tan intensa, tan importante que en el momento que matan al caudillo, el movimiento se extingue.

    Ejemplo Zapata. Era el caudillo mas cercano a los campesinos, a los trabajadores. Lo apoyaron campesinos y su movimiento buscaba solamente "Tierra y Libertad". Tierra para sembrar maiz y frijol, libertad para comer de la siembra. Pero muere el caudillo y el movimiento se extingue.

    La Revolución Mexicana nunca fue un movimiento para dejar de ser una sociedad de clases, de castas. Ni los caudillos ni los seguidores lo vieron asi. Se trataba de tirar al dictador y que el poder se compartiera. Eso se logro.

    Supongo que el siguiente movimiento armado sera para arreglar lo de la reparticion de la riqueza y el robo de las elecciones.

    Saludos

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  2. Recuerdas que alguna vez Vargas Llosa dijo que México vivìa bajo "la dictadura perfecta"?
    Era precisamente una dictadura de partido...

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  3. Si, en Mexico se tenia una dictadura de partido.
    Y era tan perfecta que fue el PRI fue el grupo que mas tiempo se mantuvo en el poder durante todo el siglo XX. Ni el Partido Socialista ruso aguanto tanto.

    Pero la revolucion mexicana buscaba sacar a Diaz del poder y lo consiguio.

    Con Diaz, la dictadura duraba hasta la muerte del dictador.
    Con el PRI, la dictarura duraba 6 años.

    Estoy en contra de pensar que la Revolucion Mexicana no sirvio para eliminar las injusticias. Si sirvio para eliminar algunas injusticias, otras las disminuyo y otras mas las dejo igual.

    Juzgar que a la Revolucion porque sigue habiendo injusticias es lo mismo que decir que el trabajo de Martin Luther King fue en vano porque sigue habiendo racismo en USA, o que el trabajo de Gandhi no es tracendente porque en India sigue habiendo desigualdad e injusticias.

    Me niego a ver la Revolucion Mexicana en blanco y negro:
    Si elimino la injusticia, es nuestro orgullo nacional.
    Si todavia existe la injusticia, no sirvio para nada.

    Sirvio para algunas cosas y si la olvidamos, necesitaremos otra para volver a empezar.

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