miércoles, 3 de noviembre de 2010

Berlusconi: un payaso con demencia senil

Publicado en el Semanario Punto. Toluca, México.
02 novembre, 2010

Inicio a escribir hoy con un cierto dejo de amargura. Estoy sinceramente triste, enojada, preocupada. El país en el que elegí vivir hace ya siete años y que considero mi segunda patria, está hoy en la boca de todo el mundo por una patética razón. Pocas naciones en el mundo pueden soportar que al frente de su gobierno se encuentre un personaje tan nefasto como el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Silvio Berlusconi.
He dedicado frecuentemente este espacio a las andanzas del premier, a sus contínuas caídas de estilo, a sus preocupantes movimientos institucionales que han servido exclusivamente para beneficiarse personalmente.
Y sin embargo, creo que nunca antes había hablado de Berlusca sintiendo tanto asco y tanta vergüenza, porque esta vez el premier ha exagerado no solamente en sus acciones, que a fin de cuentas todo el país conoce desde hace un tiempo.
Ha exagerado además en su modo de mostrarse como un viejo asustado, como un hombre que a una cierta edad comete errores tremendos y en lugar de reconocer su falta, simplemente continúa a ofender la inteligencia de los ciudadanos justificando sus ridículas y viles acciones.
Lo que hace Berlusconi es simplemente mostrar su verdadera naturaleza. Es un hombre enfermo de poder cuyo único objetivo es satisfacer sus caprichos, pasando por alto que como Jefe de Estado debería observar una conducta intachable y preocuparse realmente por el bienestar de sus gobernados.
Parece ignorar el decoro que merece su investidura y sobre todo, pasa por encima de las mínimas reglas del respeto.
Esta vez Berlusconi enfrenta un nuevo escándalo sexual, pues se ha visto involucrado con Rubí, una menor de edad marroquina -presuntamente una prostituta- a quien habría no solamente dado dinero, sino ayudado liberándola de la policía usando su posición para obligar a las autoridades a liberarla y mintiendo, haciéndola pasar por sobrina del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
Hoy mismo el premier ha perdido la cabeza. En los días que siguieron al descubrimiento de la historia de Rubí, se limitó a decir que la había ayudado porque él es “un hombre de gran corazón”. Sin embargo, este día sencillamente fue más allá y afirmó que lo que ocurre no es sino una “tormenta de papel”, refiriéndose al hecho de que es un asunto que se ventila solamente en la prensa escrita y que no pasará a mayores y mucho menos hará caer su gobierno.
Pero no se limitó a despreciar el papel que los medios de comunicación pueden tener difundiendo la información, sino que, paradójicamente hizo uso de ellos para decirle al mundo: “tengo un ritmo de trabajo infernal y me ocurre de vez en cuando lanzar una mirada a las mujeres bellas... Es mejor ser apasionado por mujeres que ser gay”.
Por supuesto que es precisamente este el comentario que me avergüenza y me hace pensar en lo terriblemente bochornoso que es para el pueblo italiano que el hombre que fue elegido para gobernarlo pierda los estribos al grado de demostrar sin la mínima consideración que no es otra cosa que un macho homofóbico lleno de poder y de dinero.
Buscando una explicación para semejantes actitudes, encontré la entrevista hecha por la publicación on line Articolo 21.it hace más de un año al prestigiado psiquiatra Luigi Cancrini.
El profesionista afirmó entonces que “Silvio Berlusconi es un personaje de un egocentrismo desmesurado. Mientras esto sucedía siendo él un empresario, todo iba bien. El problema nace con la adquisición de poder político. Cuando un narcisismo normal viene fuertemente alimentado y se conjuga con el exceso de poder, el resultado es una patología, un verdadero disturbo de la personalidad.”
El psiquiatra hizo entonces una afirmación escalofriante: “conozco este tipo de patologías, he dedicado el capítulo de un libro mío a Hitler y a Stalin.... Tal vez Berlusconi, por fortuna todavía no tiene estos rasgos tan 'grandiosos”, pero el riesgo de la progresiva pérdida del contacto con la realidad puede ser fuertemente dañino para los demás”.
El problema es que “los demás” son los ciudadanos comunes, que mientras observan los desfiguros del premier sufren cotidianamente una situación desastroza, en una sociedad que no da oportunidades de desarrollo ni de bienestar para nadie, especialmente para las nuevas generaciones.
El psiquiatra señaló además en aquella entrevista que Berlusconi está “convencido de poder hacer cualquier cosa sin ser disturbado y las personas que están a su alrededor lo aprueban y lo siguen”.
Asimismo, dijo que “la condición indispensable para que un disturbo de la personalidad no se expanda está ligada inevitablemente a la presencia de contrapesos representados por la magistratura (la ley) y la información (la libertad de prensa). Estudiando a Hitler, por ejemplo, es fácil recordar que su primera acción fue contra los magistrados, al igual que Mussolini. El equilibrio de poderes en este contexto es indispensable. Si una democracia es suficientemente fuerte este plan no se lleva a cabo y en un cierto momento la persona cae. Si en cambio caen los contrapesos se va hacia un desastre. La dictadura. Con la masa siguiendo el personaje carismárico de turno. Por eso es necesario mantener la democracia.”
La situación es preocupante sobre todo si recordamos que Berlusconi ataca en continuación precisamente a los magistrados a quienes acusa de participar en un complot en su contra, y aconseja a los ciudadanos evitar leer los diarios que lo acusan, a los que llama “basura mediática”.
Creo que a estas alturas todo el mundo ha comprendido lo que el premier italiano está haciendo y lo que podría suceder si continúa en el poder como pretende, por los próximos tres años, hasta el final de su mandato.
Por ahora las condiciones para que el gobierno berlusconiano caiga están dadas. Es este el mejor momento para que los italianos se deshagan de un personaje que no hace otra cosa que trabajar para sí mismo y para sus amigos, olvidando sus obligaciones principales.
Sin embargo, ante la falta de alternativa, dado que Italia tiene una izquierda débil y desorganizada, es posible que en el caso de convocar a nuevos comicios en las que por supuesto Berlusconi volvería a ser el candidato, éste podría resultar de nuevo electo.
Entonces, sinceramente, con todo respeto, quien estas líneas escribe no tendría otro remedio que irse a vivir a Costa Rica, porque sinceramente con Berlusconi en el poder por más tiempo no puede llevar a nada bueno al sufrido país de la bota que sin embargo, como todos los pueblos, tiene el gobierno que se merece.

2 comentarios:

  1. Concordo con la lucida analisi del problema Berlusconi.
    Marisol Lord.

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  2. Ok, hasta donde entiendo Berlusconi es la reencarnación de alguno de los emperadores romanos que siguieron a Augusto.

    Lo que me interesa saber es sí sigue aplicando aquello que decia Roberto Bobbio sobre la democracia: es un sistema de gobierno que seguirá vigente porque la gente puede cambiar de gobernante.

    Sí es así, Berlusconi es un mal temporal. Pero si no es así, o sigue Berlusconi o sigue uno peor.

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