Publicado en el Semanario Punto. Toluca, México.
04 de noviembre, 2009
Esta semana me permito retomar un asunto que hace mucho tiempo, probablemente en mis primeras colaboraciones ya expuse. En realidad no se trata de un refrito, ni de un remix de mis propias ideas. Es solamente la seria y sincera preocupación de una mujer de cuarenta años que durante su vida ha tenido la posibilidad de ver cambiar la forma de concebir y conseguir la belleza.
El concepto de estética se ha transformado seriamente. Basta ver las viejas fotografías y la antigüa publicidad para observar tranquilamente la evolución.
Pero además, hoy veo con interés y sorpresa que ser físicamente atractivo es importante para hombres y mujeres por igual. No es en vano que proliferen los chicos metrosexuales, a quienes todavía no termino de comprender, pero que desde mi punto de vista con su preocupación por mantenerse en forma ayudan a mover la economía, mientras consumen todos los productos cosméticos habidos y por haber, frecuentan los gimnasios y siguen todos los rituales que creen necesarios para mantener su atractivo.
En realidad no tengo problemas para aceptar que todos tenemos derecho a vernos y sentirnos bien, porque conservarnos en buena forma estéticamente hablando es también una manera de aumentar nuestro nivel de autoestima, que buena falta nos hace, especialmente en tiempos como estos, en que la crisis en algunos momentos hace que nuestro ánimo esté por los suelos.
Hasta ahí, todo está bien. Lo malo es cuando me toca encontrarme con información que me desconcierta y me preocupa seriamente. El diario italiano Corriere della Sera, en su edición on line publica un artículo que no puedo pasar por alto.
De acuerdo con un estudio realizado en Inglaterra, una de cada dos mujeres jóvenes está dispuesta a recurrir a la cirugía plástica, dice el Corriere.
La información publicada señala los resultados de una encuesta: al 50 por ciento de las chicas entre 16 y 21 años no le desagrada la idea de someterse a una operación que las vuelva más delgadas o más atractivas.
Ya el hecho de pensar en el concepto de “delgadez” que tienen las jovencitas de hoy me pone a temblar. En pocas palabras, si no se es un esqueleto, no hay muchas posibilidades de obtener la aceptación y el éxito social, tan importante para las chicas.
Gracias a los medios de comunicación y a causa de la publicidad, el concepto colectivo de belleza se ha globalizado y en realidad, los mismos graves problemas de anorexia y de bulimia que sufren las italianas, los padecen las mexicanas, las rusas, las estadunidenses, etc. etc. etc.
Es una verdadera pandemia, entendida en su sentido literal: una “enfermedad de todo el pueblo”. Una infección propagada por los medios que parece no tener cura, no obstante los esfuerzos de algunos países como Italia o España, que han tomado medidas importantes, como exigir que en las pasarelas más renombradas desfilen modelos cuyo físico se acerque más a la normalidad y sobre todo a la salud.
Pero ni hablar, no hay nada por hacer cuando la obsesión de las muchachitas no es otra que la de ser como las mujeres famosas cuya imagen ven por todos lados.
Retomando el artículo del Corriere, me entero de que el estudio realizado en Inglaterra consideró una muestra de más allá de mil niñas y jóvenes entre los 7 y los 21 años, que en su mayoría revelaron sentirse insatisfechas de la propia imagen y estar dispuestas a someterse a liposucción, tratamientos láser y cirugía plástica para retocarse y verse mejor.
Lo más difícil de aceptar es que la mitad de las encuestadas más jóvenes tenga tan fuerte tendencia a la no aceptación. La incapacidad de apreciarse tal cual se es a edad tan temprana no puede ser otra cosa que el resultado del bombardeo constante de información equivocada.
Todo enfocado hacia el consumismo en una sociedad que no perdona ni siquiera a los pequeños, que de repente tienen necesidades que las generaciones anteriores no teníamos.
Porque honestamente: ¿qué necesidad tiene una niña de usar -por ejemplo- un celular, inscribirse en Facebook y vestir a la última moda? Todas necesidades creadas y conectadas directamente con la necesidad de aceptación.
Una joven podría crecer tranquilamente sin tales accesorios y posiblemente sería más sana, más feliz y sobre todo, no sentiría el irrefrenable impulso de ser de tal o cual manera para lograr el favor de sus coetáneos.
El problema es que potencialmente las chicas que hoy simplemente sueñan con tener acceso a los tratamientos que las volverán más lindas, seguirán dando un valor excesivo a la imagen y llegarán a obsesionarse a tal grado que terminarán por recurrir no a los cirujanos plásticos profesionales, porque en general no serán accesibles para ellas, sino a cualquier individuo que les ofrezca el servicio a bajo costo, no obstante los riesgos que puedan correr.
Es una cuestión más seria de lo que pensamos. Porque en realidad más de una persona podría resultar víctima de los falsos profesionistas que sin el menos escrúpulo arruinan la vida de quienes ingenuamente caen en sus manos.
Ya que los gobiernos de todos los niveles y de casi todos los países gastan cantidades importantes en difundir todo lo que se les viene a la mente, me pregunto por qué hasta ahora no he encontrado una sola campaña oficial que se ocupe de alertar primero a los padres y luego a las mismas jóvenes.
La primera advertencia sería para hacer comprender que no es necesario uniformarse con la masa para ser atractivos. La segunda para quienes de plano no pueden con su proprio físico, para que en caso de extrema necesidad recurran solamente a los especialistas.
El problema existe. No es sencillo de afrontar a causa del bombardeo contínuo de la publicidad, de los medios de comunicación y de la influencia que ambos tienen en el comportamiento social. Pero posiblemente todavía estamos a tiempo de advertir y tratar de hacer comprender a las más jóvenes acerca de la inutilidad de basar sus expectativas en el aspecto físico y no en el desarrollo intelectual.
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Creo que era Benito Musollini quien decia que si debatia con una sola persona era segura su derrota. Pero si se trataba de la masa, los tenia en la bolsa y hacian lo que el queria.
ResponderBorrarHace ya mucho tiempo, se ha visto que las predicciones sobre la conducta de la gente son mas precisas con forme crece el grupo.
Las campañas de "salud" y "belleza" estan enfocadas a la masa, a muchas personas. Los intentos de contrarrestar esas campañas generalmente estan enfocadas al induviduo o a pequeños grupos de terapia.
Creo que para poder hacer algo con las personas que tienen problemas de aceptacion, se necesitan medios masivos de comunicacion para promover otro tipo de imagen y de comportamiento.
Estoy de acuerdo contigo. Si tan solo los medios de comunicación cumplieran su deber... Pero esa sí que es pura utopía.
ResponderBorrarHola María, pero si vives en el país donde un hombre tiene que ser muy guapo desde la adolescencia hasta los 40 años, después les espera la calvicie y el estar gordos...¿Nunca te dio la impresión de la belleza Italiana, la moda y la cocina eran parte de los elementos principales de la cultura italiana?
ResponderBorrarYo si lo sentí desde la primera vez que pude visitar ese país, sobre todo en el norte, hombres y mujeres jóvenes, muy guapos y vestidos a la última moda, aguardando la ropa más moderna, los peinados más modernos, toda una industria moviéndose al rededor de ellos, claro ahora puedes optar por operarse...hasta morir. En Alemania te encuentras con clínicas de "belleza" cada esquina, claro ellos se cuidan un poco más pero cada día recurren a las operaciones, lo que ellos tienen prohibido es hacer pesas, fuera de moda, y por salud muchos gimnasios lo han prohibido. Recuerda que el uso de anabolisantes también tiene un auge tremendo ¿Por qué deportistas caen fulminados en un campo de fútbol?
Hoy en día las operaciones "para hacernos más bellos", hombres y mujeres topan en la locura ¿A donde vamos? ¿Cómo llegarán esas mujeres y hombres que se operan? ¿Serán un remedo del Berlusconi tan operado?
El caso de Alejandra Guzmán en México es un ejemplo claro, mujer que abuso de su cuerpo con drogas permitidas o no, operaciones, tatuajes, depilaciones, un cáncer de paso...al ver que su cuerpo podría estar tocado ¿Qué hace? Va con una mujer a una clínica X y se inyecta una sustancia que le pudo causar la muerte ¿Qué nos pasa? ¿Hasta donde llegaremos? ¿Puedes imaginar a esas mujeres y hombres desfigurados o muertos a los 50 años de edad?
Terrible pero existe, por no citar la anorexia o la bulimia.
Me da un gusto enorme saludarte.
Abrazos hasta la bota.
Gracias Menospausas. Tienes razón y comparto tu opinión excepto en lo que dices de que los italianos después de los 40 son feos. ¡Para mí los cuarentones de este país llevan con mucho orgullo sus cuatro décadas!
ResponderBorrarBueno, pero esa es una opinión muy personal, ¡porque tengo uno en casa!