miércoles, 16 de mayo de 2012

Lo que cuenta son los votos, no los gritos

Publicado en el Semanario Punto, Toluca, México 16 de mayo de 2012. Si alguien me hubiera pedido hace un par de semanas dar un pronóstico de los resultados de las elecciones presidenciales del 1 de julio, habría respondido sin dudar siquiera un segundo que el ganador de la contienda sería -a pesar del disgusto de muchos, incluyendo quien esto escribe- la victoria del candidato priísta Enrique Peña Nieto. Sin embargo, estamos siendo testigos de uno de los procesos electorales más interesantes y sorpresivos de la historia. Por más que las compañías encuestadoras se esfuercen en dar la impresión de que nada cambia, de que pocas cosas se mueven y de que el liderazgo es del representante del tricolor, la verdad es que cada día hay una novedad que pone en evidencia que los resultados de tales encuestas no son tan confiables. El pasado viernes 11 de mayo, el candidato del gel enfrentó la que probablemente puede ser considerada la más difícil de las jornadas en su búsqueda de la presidencia. Frente a estudiantes y profesores de la Universidad Iberoamericana, Peña Nieto hizo frente por primera vez no solamente al rechazo, sino a la hostilidad. Seguramente nadie habría podido imaginar que fueran los estudiantes de una universidad considerada de élite quienes se atrevieran a echarle en cara al candidato y ex gobernador mexiquense los hechos violentos ocurridos hace seis años en el municipio de Atenco.. Precisamente acerca del asunto de Atenco, expresó su punto de vista que entre paréntesis, me recuerda la justificación del ex presidente Gustavo Diaz Ordaz luego de la masacre de Tlaltelolco. Sobre Atenco, Peña dijo que “fue una acción de autoridad, que asumo personalmente, para restablecer el orden y la paz en el legítimo derecho que tiene el Estado mexicano de hacer uso de la fuerza pública, como además fue validado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación”. Y aunque no faltaron también las muestras de apoyo al priísta, las manifestaciones de rechazo fueron evidentes. Mantas, pancartas y consignas. Consignas fuertes, pesadas, apenas creíbles para los organizadores que seguramente no esperaban escuchar a los chicos de la Ibero cambiar el “o sea, ¿ves?” por frases lapidarias como “se ve, se siente, Enrique delincuente” o “la Ibero no te quiere”, junto a un contínuo “fuera” y algunos gritos aislados donde los estudiantes le llamaban “asesino”.y “cobarde”. Ver los videos donde Peña aparece nervioso, llamando contínuamente a la gente encargada de la seguridad para buscar una salida, parece una escena kafkiana. Y sin embargo así ocurrió, por más que el mexiquense se empeñó en decir que las manifestaciones de disenso no eran generalizadas, mientras como fondo se escuchaban todavía los gritos de los muchachos. Y a esto la gente del PRI sumó acusaciones de “intolerancia” hacia los jóvenes inconformes y hasta se atrevieron a señalar que no se trataba de verdaderos estudiantes, sino de jóvenes pagados por no se sabe quién. Lástima por los priístas, porque pocas horas después empezó a circular en la red un video en que más de un centenar de alumnos de la Universidad Iberoamericana se identificaba credencial en mano, decía su nombre y número de matrícula y aclaraba no ser “porro” y haber estado ahí para manifestar su desaprobación hacia Peña. No recuerdo haber visto tanto repudio hacia un aspirante a la presidencia. Como tampoco me viene a la memoria que se haya organizado una marcha en el zócalo para protestar contra quien técnica y objetivamente todavía no es nadie más que un ciudadano que desea ser votado. Y sin embargo queda claro que “el propósito de la marcha es, estrictamente, manifestar el rechazo de la sociedad mexicana en general por el candidato presidencial del partido más opresor y corrupto de México: el PRI", Casi nada. Y lo curioso es que la marcha está organizada por la sociedad civil, sin considerar las preferencias políticas. Ya. Una marcha “apolítica” dentro de un proceso electoral. Surreal. "Invitamos a todos los grupos y civiles para marchar exponiendo pancartas, carteles, mantas, rótulos, etc; que le permitan a la gente saber de la farsa mediática de Peña y sus televisoras, radiofónicas y medios impresos". Es evidente que lo que irrita a la población es precisamente el modo en que los medios de comunicación están tratando las elecciones, asunto sobre el cual seguramente tanto la gente que organiza la campaña priísta como los empresarios que controlan los medios deberían hacer un serio análisis, sobre todo si la marcha del 20 de mayo no resulta un fiasco. Lo curioso del asunto es que a pesar de todo, el proceso electoral sigue degenerando y al parecer lo que menos interesa son las propuestas, sino las protestas. Basta leer una nota publicada por el diario La Jornada que apunta: “Las protestas durante la visita de Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana generaron mayor número de menciones en twitter que el incidente de la Feria del Libro aunque a diferencia de aquella ocasión esta vez hubo un nutrido grupo de defensores organizados desde el PRI”. La gente no está interesada en lo que Peña o el resto propone. Al parecer los mexicanos están tomando las próximas elecciones como si se tratara de un partido de futbol. “-"A ver si entendí: ¿en la Ibero a AMLO le gritaron presidente y a EPN asesino?”"Reacción de EPN ante las protestas en la Ibero. Ojos desorbitados, mandíbula tensísima". Ese es el tipo de comentarios de los usuarios de twitter. Nada tiene que ver con el análisis de propuestas o el razonamiento del voto. Esa si me permiten es la parte preocupante. No se trata de quién grita más fuerte, ni de quién encuentra el mejor modo para protestar. Se trata de que el 1 de julio la gente acuda a las urnas y se exprese. En silencio. Sin gritos. Sin pancartas. Sin ofensas. Sin insultos. Porque lo que cuenta son los votos, no los gritos. Y no ahora, sino durante la jornada electoral. No hay que perderlo de vista.

3 comentarios:

  1. Hace algún tiempo exprese que la gente vota como cuando compra: ven el empaque, los colores, la forma, las personas fotografiadas y pocas veces leen las letritas chiquitas del contenido.

    Puede parecer irracional actual así, pero hasta cierto punto es bastante lógico hacerlo y muy predecible cuando se quiere observarlo. Lo irracional es hacer lo contrario.

    En el caso de Peña Nieto sospecho que va a perder las elecciones por un amplio margen pero también creo que va a gobernar.

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  2. Primero que nada, Hluot, espero de todo corazòn que me prestes tu bola de cristal, porque para decir que EPN va a perder las elecciones asì con tanta seguridad, pues es que eres como mìnimo vidente.
    Crees que va a gobernar? Qué quieres decir exactamente? Que va a haber un nuevo fraude electoral?

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  3. No se trata de tener una bola de cristal ni de ser vidente.

    Se trata de ver donde estan la mayoría de los votantes: DF, Estado de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, las entidades más pobladas. La mayoría son gobernadas por el PRI y tienen problemas graves de corrupción, seguridad y desempleo y el ejemplo del DF inclina las preferencias hacia la izquierda; Oaxaca y Veracruz están sumidos en un baño de sangre, el Estado de México compite con Ciudad Juarez en femicidios. Incluso varios empresarios del norte están apoyando a Lopez Obrador. Por todo esto creo que Peña Nieto no va a ganar las elecciones.

    Además, no creo que la tevenovela de Peña Nieto convensa a la gente de olvidar la violencia y el hambre. Es más, conozco a mucha gente que declarándose panista votaran por López Obrador, desde quien lo hace porque no le convence Vazquez Mota y hasta quien está desilusionado con el gobierno del ahigasido.

    Por esto no veo forma de que Peña Nieto gane las elecciones y solo veo dos cosas que puede hacer para llegar a gobernar: el voto corporativo y el fraude electoral.

    Del voto corporativo puedes tener pruebas en la manifestación a modo del sindicato de PEMEX del día de hoy y en que dudo que los gobernadores del PRI sean tan cívicos como para respetar los votos en vez de repetir la actuación de hace seis años donde traicionaron a su candidato para negociar con Elba Esther Gordillo y veneficiar al PAN. Entre los arreglos con los sindicatos y con los gobernadores logras una masa critica de personas que simulen un apoyo suficiente para justificar el fraude.

    Sobre el fraude electoral, no es necesario pensar mucho: el conteo rápido ha sido tema de controversia entre el IFE y el TRIFE y más de un congresista ha señalado que es una herramienta de fraude. Nadie sabe como funciona el software para conteo de votos, ni el de hace seis años ni el que se utilizará este año y no existe nada que haga sospechar que esta vez la suma será transparente y el IFE ya mostró su preferencia al no multar a Peña Nieto por sobrepasar los límites del presupuesto de campaña. Hago incapié: Lopez Obrador y muchos ciudadanos estamos preparados para vigilar el conteo de votos en las casillas, pero falta la suma de casillas; aun cuando nosotros logremos resultados cercamos a la realidad, son nuestras elucubraciones y no tienen ningún caracter oficial.

    Según yo y mi muy pesimista punto de vista, esta es una elección arreglada donde ni siquiera vamos a querer hacer plantones porque habremos visto que solo sirven para desahogar nuestro enojo pero no para que el IFE y el TRIFE respeten nuestros votos.

    Pero si todo esto fueran desvarios de mi mente, existe otra razon por la que Peña Nieto gobernará: cuidarle las espaldas al ahigasido. La denuncia en La Haya por crimenes de lesa humanidad deja al ahigasido sin la posibilidad de autoexiliarse como Salinas a Irlanda o Zedillo a USA. El PAN necesita a Peña Nieto porqué definitivamente no hay forma de que Vazquez Mota le cuide las espaldas al ahigasido.

    Tal vez estoy equivocado, tal vez mi razonamiento es incorrecto, pero lo defiendo tal y como de defiende cualquier tesis de investigación: es correcta hasta que los experimentos (los hechos en este caso) demuestren lo contrario.

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